No sé si va a ser el olor a mar, la morriña o simplemente que todo sabe mejor en casa. En cualquier caso, seguramente si los probáis me vais a dar la razón. Cualquier receta le va bien a este molusco, además de o sea un marisco bastante accesible. Una batea es un vivero de mejillones flotante, y el dise es autóctono de Galicia. Radica en una plataforma cuadrada con forma de cuadrícula. Se fija al suelo marino con una piedra de varias toneladas y se mantiene suspendida por un sistema de flotadores.
Agregamos el pimentón dulce y las hebras de azafrán, removemos. A mí me gusta que se rellene bien la concha y contemplar completamente el mejillón. Una vez hechos, sacamos los mejillones de la cáscara y reservamos la carne y las cascarillas. Esta receta queda guardada (con tu permiso, claro!) en la lista de alerta para hacerla sin falta y publicarla en mi blog.
1 hoja de laurel, unas hebras de azafrán y una cucharada chica de orégano seco. Introduce la fuente en el horno en la parte de arriba para gratinar 7 minutos a 180 grados. Apaga el horno y deja reposar unos minutos antes de servir. Me gustan mucho los mejillones, este verano me dí un hartón en Galícia. Jamás los había visto tan enormes y sabrosos.
Preparación De Los Mejillones Al Horno
Con el beneficio de que contribuye muchas menos grasas y, por consiguiente, menos calorías. Calcula unos 250 gramos por persona y ten presente que los que no se abran durante la cocción tienes que descartarlos. Asimismo nos ayuda una aceptable variedad de minerales (fósforo, zinc y hierro).
Dejamos que se cocine a fuego medio hasta que se consuma el líquido, pues este sofrito debe quedar más bien seco. Rallamos los tomates y reservamos. Elegimos los mejillones, descartando aquellos que vengan rotos o dañados. Los lavamos concienzudamente bajo el agua del grifo retirando las barbillas, restos de algas y cualquier mugre que traigan. He usado mejillones frescos, pero también se podría realizar con mejillones antes cocidos y congelados. De este modo asimismo los puedes llevar a cabo cualquier ocasión, idóneos si llega algún invitado o compromiso inesperado.
Mejillones Gratinados
Si te deseas ahorrar este paso compra los mejillones cocidos al vapor que vienen limpios, los tienes por menos de 3 euros el medio kilo. No mováis bastante el líquido para evitar que la tierra que sueltan los mejillones suba nuevamente a la área y se revuelva con nuestro sofrito. Agregamos el tomate rallado y sofreímos bien. A continuación añadimos, de a poco y a demanda del sofrito, medidas de cuchara del caldo de los mejillones que habíamos guardado de la cocción de los mejillones. Al cabo de unos minutos los vamos retirando de la cazuela y los ubicamos en una fuente sin la concha superior.
Lo llevamos al horno a 180° C en situación gratinado, hasta el momento en que lo observemos dorado. En este momento, pela los ajos y pícalos muy finamente adjuntado con las hojas de perejil. En este momento, calentamos una sartén con algo de aceite y una vez ardiente agregamos el ajo cortado en láminas. Proseguid las fotografías y os van a salir idóneos a la primera. Agregamos una pizca de orégano seco sobre los mejillones ahora rellenos. Finalmente espolvoreamos algo de pan rallado para el gratinado.
Una de esas recetas que he visto en casa desde pequeñito, fácil de preparar y un plato muy asequible. En el momento en que hablamos de mejillones gallegos, sólo me viene a la cabeza una palabra, gusto. 1 hoja de laurel, unas hebras de azafrán y una cucharadita de orégano seco.
No sé si será el olor a mar, la morriña o simplemente que todo sabe mejor en el hogar. En cualquier caso, seguro que si los probáis me vais a prestar la razón. Cualquier receta le va bien a este molusco, aparte de esto es un marisco bastante accesible. Podéis ver en este pasito a pasito como elaborar estos mejillones gratinados á Panadeira. Proseguid las fotos y os saldrán idóneos a la primera. Cuando esté listo, agregamos una cucharada de sofrito sobre los mejillones que tenemos preparados.
Agregamos una migaja de perejil sobre los mejillones ahora rellenos y, por último espolvoreamos algo de pan rallado para el gratinado. Las leyendas populares cuentan que los mejillones gratinados en el pasado eran un plato pobre de los pescadores y sus familias. En el momento en que esté listo, agregamos una cucharada de sofrito sobre los mejillones que tenemos preparados.
Aprende A Cocinar
Sacamos en el momento en que observemos que están dorados y el pan rallado esté tostadito. En el momento en que los ingredientes estén pochados, agregamos el jamón en dados pequeñísimos. Sofreímos todo a lo largo de 1 minuto hasta el momento en que se junten todos los elementos. El jamón le va a dar ese toque que me chifla en las vieiras gratinadas.
La receta que les sugiero puede ser un fabuloso entrante o como una parte del menú de una ocasión particular. Aun por el precio, es idóneo para llevar al trabajo en tu tartera y ser la envidia de tus compañeros. Recibe un dirección de correo electrónico semanal con las novedosas recetas de rechupete. Con lo que podéis usarlo para dar un homenaje a vuestras mesas con una cocina low cost. En el hogar lo comemos mucho en las asambleas familiares, incluso en Navidad.
Precalentamos el horno a 180º C en modo gratinar. Este ubicación emplea Akismet para reducir el spam. Aprende de qué forma se procesan los datos de tus comentarios.