Para Rachida, el confinamiento y la desescalada fueron meses de bastante trabajo al lado de Brais López de Ecos do Sur, y de toma de resoluciones. Algunas, muy difíciles, como invertir mucho más en la reforma del local para tener una tienda mucho más grande de lo que había planeado, en vez de contar con más variedad en la mercancía, por si las cosas iban bien en el futuro, no tener que cerrar y también interrumpir las rutinas de la clientela y, con el problema añadido de, quizá, no hallaría los mismos materiales de la reforma inicial. Mónica Mallo, de la inmobiliaria Cuatro Caminos, señala asimismo que el mercado de los bajos comerciales no se movió en especial a lo largo de la pandemia. “Antes del confinamiento el mercado estaba mortal, pocas personas se metían en un local o en una oficina, solo los que ya estaban andando y querían agrandar.
Afirma que dedicarse a la nutrición había sido siempre y en todo momento su sueño y, en este momento, lo está haciendo realidad en un local que antes del coronavirus era una pescadería. Después de añadir tu dirección de entrega, podrás ver el tiempo estimado de distribución de cada lugar en tu zona. También vas a poder ver el tiempo de distribución pensado de tu pedido de Lugar de comidas Samyo en la página de pago. “Me gustaría que me fuera bien no solo por mí, sino más bien también por la multitud que me ayudó, para que vean que apostaron por algo que merecía la pena, para que se sientan orgullosos de haberme echado una mano, pues yo estoy luchando bastante para que vaya bien”, cuenta Rachida, a quien las vecinas del vecindario saludan desde la puerta, tal y como si llevase toda la vida en la acera. En esta ficha web podrá localizar las actividades desarrolladas por Samyo en A Coruña asi como una descripción con la información mucho más importante. A mayores va a poder consultar los otros 126 registros disponibles para sitios de comidas nipones en A Coruña.
Caso Abierto
“Buscamos irnos de lo que ofrecen los restaurantes asiáticos tradicionales, de los rollos de primavera, el arroz tres exquisiteces y el pollo frito, para realizar algo diferente”, dice Teijeiro. “En este momento lo que gano lo voy invirtiendo en mucho más mercancía”, dice y confiesa que el negocio es una pelea día tras día por procurar localizar el más destacable precio de los productos. La tienda de deportes Jugones, por ejemplo, en el número 31 de la calle Ramón y Cajal cerró terminantemente a lo largo del periodo de pandemia y, hace apenas dos meses, otro negocio volvió a alzar su persiana. En este momento es Imperivm, una tienda de antigüedades y coleccionismo, donde la melancolia lo anega todo, puesto que, en los cajones hay vinilos de El padre Abraham y los pitufos y en las estanterías juguetes tan de los noventa como un esqueleto humano para estudiar los huesos y los órganos del cuerpo humano.
A mí jugar con los muñecos me aburría enseguida, prefería venderlos”, recuerda. “Si bien somos jóvenes, llevamos ya un buen tiempo en esto, en ferias, en webs y teníamos ya potenciales usuarios y vendedores. Y en el hogar, contentos, pues teníamos todo en habitaciones”, confiesan. Con esa iniciativa en la cabeza, Zoco Nutrición es un túnel en el que se unen los aromas de los 2 mundos. De sabores llegados de otras latitudes sabe bastante también Eloy Teijeiro, del restaurante Samyo, que abrió hace unos tres meses, también en Ramón y Cajal —en el número 20— donde antes había un bar de barrio. Asimismo Rachida Ladouy Ladouy vio la posibilidad —con la colaboración de Ecos do Sur y de la Cámara de Comercio— de emprender en la ciudad donde lleva viviendo casi veinte años.
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“Antes nos dedicábamos solo a sushi, pero ahora nos metimos mucho más en la cocina, para prestar algo fuera de lo habitual, proseguimos con el sushi, pero incorporamos los pokes y los rámenes”, concluye. Este cambio fue bien recibido entre los vecinos, ya que, según enseña el encargado del local, Eloy Teijeiro, en tan poco tiempo consiguieron tener ya clientes comunes, que suelen proceder a comer o a cenar una vez a la semana y ciertos que todavía no lo son, pero que ya han probado varios de los platos de la carta y que han repetido. “Hay que evaluar y salir de la zona de confort y ver si sale bien”, cuenta Teijeiro, puesto que, en su caso, el negocio no comienza de cero.
Él y su jefe, que es asiático, estaban centrados en el sushi, ahora, el modelo de negocio es otro, mucho más enfocado al reparto a domicilio, y a la cocina asiática, con la incorporación de otras especialidades, como son el ramen —un caldo japonés con fideos y huevo cocido, que puede llevar carne o pescado— y el poke —un plato que tiene como base el arroz y que se combina con frutas y verduras y que puede conducir otros elementos más, como el salmón ahumado o las algas—. Pero no poder facturar y la incerteza de cuándo podrían regresar a alzar la persiana logró que algunos emprendedores decidiesen no perder mucho más dinero y cerrar sus negocios, otros aprovecharon para jubilarse y decir adiós a una vida tras el mostrador. El confinamiento dio bastante que pensar, las compañías no fundamentales tuvieron que cerrar sus negocios por fuerza, conque, algunos dueños se vieron obligados a bajar la persiana finalmente y lo que era un local con el letrero de Se alquila, con el paso de los meses y la maduración de novedosas ideas, dejaron de serlo, para someterse a una reforma y a una nueva vida en tiempos del coronavirus. Asimismo el restaurante Samyo se debió enfrentar a una reforma grande para poder abrir sus puertas y para transformar el viejo bar en un local en el que varios de los platos se organizan a la vista de los comensales y en un espacio cómodo para que los mensajeros pudiesen llegar a las viviendas de sus clientes en el menor tiempo posible.
Lugar de comidas especializado en comida de Japón y china, sushi, sashimi, maki, uramaki, bao…. Se hace comida para llevar y dispone de servicio a hogar. Para ver cuánto cuesta la entrega de Lugar de comidas Samyo en A Coruña, consulta los costos de envío en la parte de arriba de la página. Asimismo lograras observarlos en el desglose de los costos antes de llenar el pedido.
Restaurante Samyo En A Coruña
“En ocasiones nos solicitan permiso para entrar, suponiendo que es una galería”, dice Coira, a quien le gusta ver de qué forma los clientes vuelven al pasado al ver el Supercinexin o las cajas de Playmobil. Ellos, como muchos otros incomprendidos por los que no comprenden su pasión, son de los que no sacan de su caja los juguetes que les regalan. Hay personas a las que les mencionamos que igual les sacan mucho más partido a una cosa mirándola en su casa, pues era de su abuelo, que vendiéndola, por el hecho de que ahora no les van a sacar mucho dinero pues no hay demanda”, dicen. Aquí tenemos pocas mesas, sobre todo, para trabajadores de la región y vecinos”, comenta Eloy Teijeiro, el encargado del lugar de comidas Samyo, que asegura que no vieron muchos locales antes de decidirse por la zona de Cuatro Caminos. Llevamos tiempo con la comida asiática, así que, hemos visto la posibilidad de abrir en A Coruña y nos lanzamos”, cuenta. La apertura, hace solo tres meses, les pilló en medio de una época de limitaciones sanitarias, con el ir y venir de normas para acceder al interior del local y con las limitaciones de aforo.
Javier Santiso y su colega son de Monte Prominente y Elviña, pero no se conocieron de pequeños en el parque, lo hicieron en 2013, en ferias de coleccionismo y antigüedades. En sus familias nadie se dedica a esto, pero ellos, desde pequeños, sintieron pasión por coleccionar cromos y juguetes, por comprarlos y mudarlos. Fueron creciendo, aprendiendo y también ampliando sus deseos hasta llegar a plantearse abrir una tienda. La iniciativa surgió antes de la pandemia, pero no se realizó realidad hasta hace poco mucho más de un mes, en el momento en que abrieron en el número 31 de la calle Ramón y Cajal. “Debía ser ahora porque la mayoría de estas cosas las teníamos en el hogar”, cuenta Santiso, que afirma que en A Coruña hay mucho interés y mucha afición por el coleccionismo, si bien bastante gente ni siquiera saben qué tienen en casa.
En nuestro caso no tuvimos más movimiento ni mucho menos que el año previo, fue aproximadamente igual”, relata. Para Javier Santiso y Alejandro Coira, montar Imperivm fue asimismo un sueño cumplido y, además de esto, una liberación para sus familias. “La mayor parte de las cosas que tenemos en la tienda las teníamos en casa, teníamos que llevar a cabo algo”, confiesan. Para Coira, tener una tienda en este momento era el paso natural que tenía que dar. “A mí siempre me agradó, cuando era pequeño, los pequeños jugaban a los turismos y yo, a las tiendas.
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“Hay gente que valora mucho una pieza que es lo más habitual de todo el mundo y, no obstante, tiene un tesoro al que no le da relevancia”, dice. Para asesorar, para cambiar, obtener y vender están ellos, que saben del precio de mercado de un Madelman o de un Geyperman. “Nos ofrecemos bastante a Sargadelos por el hecho de que nos gusta desde hace tiempo”, comenta Santiso, aunque en sus estanterías hay de todo, desde juguetes de Star Wars a camiones en miniatura, también piezas de plata, merchandising del Dépor, algún cuadro y muchas botellas de Estrella Galicia.