Para recibir el menú del día de Petitchef y sus novedades deliciosas, introduzca su dirección email. La que viene a continuación es una versión mucho más saludable que esta propuesta. Sí, tiene mucho más ingredientes, sí, probablemente no salga igual de cremosa, pero está buenísima y la lograras tomar sin remordimientos (sobre todo estos días en los que gana el sedentarismo). En el momento de servir decoramos con el resto de la fruta, retiramos el aro del molde desmontable y despegamos de forma cuidadosa el papel de horno de los laterales.
Valen frutas rojas, pero también manzanas, peras o, cuando sea temporada, melocotones, higos y albaricoques, que asimismo dan excelente resultado. Como paso siguiente, debemos anexar el queso de untar, la sacarina y los huevos. Revolvemos con un batidor enérgicamente hasta el momento en que todos y cada uno de los elementos queden totalmente integrados. No vamos a ingresar en la clasificación de light por el hecho de que sería una engañifa, pero sí de cortar calorías dentro de lo posible. Además, no tan extendido en la cultura española aunque sí en la anglosajona, la cheesecake al estilo Nueva York acostumbra ir napada. Mermeladas de todo género, habitualmente de frutos rojos, se deslizaban como una alfombra en la noche de los Oscar para poner la metafórica y edulcorada guinda al pastel.
Menos Nata Y Mucho Más Yogur
En estas tartas siempre se añade nata, generalmente sutilmente cortada con zumo de limón, para ser parte del relleno. En este caso, podemos reemplazar la nata por iogur, en un caso así podría ser un youghourt griego bajo en grasas. En la situacion de usar nata, busquemos asimismo las que tienen un menor contenido en grasa. La cantidad que añadiríamos de estos quesos de más fuerza es muy pequeña por el hecho de que corremos el peligro de invadir toda la receta, pero si los eliminamos, quitaremos un plus de sal y de grasa.
Forramos la base de un molde desmontable con papel de horno, repartimos la mezcla sobre el fondo y la aplastamos bien con un tenedor. Engrasamos ligeramente las paredes del molde y colocamos una tira de papel de horno. Reservamos en la nevera mientras que preparamos la crema.
Preparación
Vamos por la sexta semana de aislamiento y cada vez cuesta más resistirse a la tentación de los postres que cada día nos ponen a prueba en las comunidades. Esto es lo mismo que deberíamos realizar con el queso crema que da lustre a la preparación final. Procuremos cremas de queso con menos sal y menos grasa en su composición sobre nutrición.
El truco está en montar muy bien las visibles y tener mucho cuidado al entremezclarlas con el resto de elementos para no quitarle el aire. Empezamos mejorando la base, para ello trituramos las galletas o los cereales integrales de desayuno con la crema de queso sin grasa hasta conformar una pasta. La ventaja es que vas a dar salida a frutas que han podido perder textura, aprovecharás su fructosa —que es una manera más óptima de tomar azúcar— y que prescindirás de mermeladas de bote.
No mucho, es cierto, pero sí prescindiremos de su certamen. Aún de esta forma, si queremos dotar de fuerza a una tarta de queso, podemos apostar por quesos de oveja o de cabra, que son más intensos incluso en fresco, en frente de los de vaca. Hace unos años resultaba impensable que nombres como idiazábal, cabrales o manchego se colasen en una tarta de queso. Actualmente son más que usuales, puesto que permiten acrecentar la capacidad de la tarta con proporciones parcialmente pequeñas. La realidad es que la base de una tarta de queso, sea cuajada en ardiente o en frío, es un queso cremoso que entonces podemos ‘aliñar’ al gusto. En definitiva, un postre poderoso y de muchísima energía que en sus porciones puede acabar socavando nuestros michelines.
En este caso, busquemos opciones menos calóricas y menos azucaradas de lo común. ¿Es mucho más saludables una tarta de queso fría que una ardiente o viceversa? Sentimos comunicaros que no, si bien el frío y su fachada nos haga meditar que será más ligera. Si los elementos son iguales, la tarta va a ser igual de calórica. De ahí que, nuestra guerra viene en la manera en la que realizar más ligeros estos elementos. Por otro lado, en un bol de cerámica o plástico ubicamos la margarina y llevamos a microondas a lo largo de 40 segundos, a máxima capacidad.
Hola, se ve muy buena, pero a que mencionan con desnatada…. Tengo leche condensada comun y corriente y cremas de 28% grasa 32% y 38%….. Asimismo valdría para otros cereales integrales, pero el trigo tiene un gusto mucho más neutro. Si apostamos por esa aptitud de no resaltar en el resultado final, otra buena opción es que agreguemos harina de maíz. Es exactamente lo mismo que pasaría si apostamos por tener una base de galleta, norma general en las cheescake.
En un bol limpio montamos las claras a punto de nieve con ayuda de unas varillas eléctricas y las reservamos. Podemos recurrir a ciertos siropes naturales como la miel, el sirope de ágave, el sirope de arce o la miel de palma. Todos ellos tienen mucho más capacidad endulzante y nos dejarán reducir la cantidad total de azúcar, incluso jugando con diferentes des. También otros edulcorantes como la estevia, el aspartamo o el xilitol se podrían emplear. Para desmoldar bien, recalcamos el “bien”, una tarta de queso tenemos que empezar antes por elegir …
La primera cosa que debemos hacer en moler las galletas de fibra en una picadora o desmenuzarlas en un mortero.